domingo, 4 de noviembre de 2007

Los Estados del Yo (Análisis Transaccional)


El modelo que Eric Berne elaboró para comprender la estructura y la dinámica de la personalidad es el modelo de los estados del yo. Un Estado del Yo es "un sistema de emociones y pensamientos acompañado de su conjunto afín de patrones de conducta". Berne observó que los diferentes estados del yo en que nos encontramos las personas pueden clasificarse en tres grandes grupos que tienen algo en común y que los distingue entre sí.

Los tres grupos de estados del yo los denominó Padre, Adulto y Niño. Podemos cambiar de estado de un momento a otro y podemos tener conciencia de esos cambios y de esos diferentes estados. Pero son estados de un mismo yo, de una misma concepción de sí mismo más o menos estable y también más o menos dinámica, es decir cambiante con el tiempo conforme cambian las circunstancias externas e internas, y conforme vamos creciendo y vamos teniendo más experiencias en la vida.



Yo Padre

Berne definió el estado del yo Padre como "una serie de sentimientos, actitudes y pautas de conducta que se asemejan a los de una figura parental ". En la actualidad, algunas veces nos percibimos a nosotros mismos pensando, sintiendo, hablando o comportándonos como alguna de esas figuras parentales cuando estamos solos, pero sobre todo en nuestras relaciones con algunas otras personas. Es lo que hemos introyectado de la cultura, de las tradiciones, de las normas, de los valores, de la nuestra concepción del mundo y de la vida tomado del medio social en el que hemos crecido.

Algunos indicadores conductuales que suelen observarse cuando se hace cargo el estado del yo Padre son:
- usa frases estereotipadas, refranes, clisés,
- da órdenes,
- usa adjetivos calificativos, pone etiquetas,
- hace juicios de valor,...

tal y como lo hacía alguna de nuestras figuras parentales.

Son conceptos aprendidos de la vida, por lo general de los 2 a los 8 años, tales como educación, valores morales, costumbres, hábitos, religión, tabúes, etc. Se puede relacionar o se puede identificar mediante la premisa: Lo que se debe o no se debe hacer.

Yo Adulto

Berne definió el estado del yo Adulto como "caracterizado por una serie autónoma de sentimientos, actitudes y pautas de conducta adaptadas a la realidad actual". Cuando estamos en el estado del yo Adulto tenemos más habilidades para recoger todas las informaciones necesarias para tomar una decisión, sin ideas preconcebidas ni ilusorias. También tenemos más capacidad de estrategia y de negociación para actuar con competencia y eficacia.

Recogida la información la clasificamos, analizamos, organizamos, sacamos deducciones lógicas, evaluamos las opciones, estimamos las probabilidades de éxito de cada una de ellas, tomamos decisiones razonables y convenientes en la situación presente, ponemos en práctica las decisiones, las revisamos y las ajustamos si es preciso.

Algunos indicadores de conducta frecuentes cuando una persona está en el estado del yo Adulto son: la serenidad dentro de la emoción, la escucha atenta, el uso de preguntas que buscan información, una mirada directa, etc. Desde el estado del yo Adulto cuidamos de nosotros y de los otros con objetividad y de manera actualizada teniendo en cuenta las circunstancias de la situación, las necesidades y sentires propios y ajenos y la ética propia.

Se puede decir que son los conceptos razonados de la vida, a partir de los 2 años hasta morir, se trata sobre todo de pedir información, analizarla, aplicarla y decidir Lo que conviene o no conviene hacer.

Yo Niño

Berne definió el estado del yo Niño como "una serie de sentimientos, actitudes y pautas de conducta que son reliquias de la propia infancia del individuo". Predomina la afectividad, las emociones, la expresividad y la intuición. Cuando utilizamos todos estos recursos para hacer frente a las situaciones, decimos que utilizamos nuestro Niño. Podríamos decir que cada uno llevamos dentro un niño o una niña. El niño o la niña que fuimos.

Nuestro Niño está en nosotros, no para hacerlo callar siempre y para reprenderlo , sino para cuidarlo. Nuestro Niño es la parte de nuestra personalidad que nos aporta, si lo tratamos adecuadamente, la espontaneidad, la creatividad, el entusiasmo, la habilidad, el afecto natural, la vivacida, etc. Es la parte más genuina de nosotros mismos y permanece en nosotros desde el nacimiento hasta la muerte.

Los indicadores del predominio del estado del yo Niño son los gestos más que las palabras: movilidad de los ojos, agitación de las manos y de los pies, posturas, modulación de la voz, utilización de expresiones metafóricas, sensaciones fisiológicas.

El Estado del Yo Niño puede decirse que son las emociones y sentimientos experimentados en la vida, desde el momento de nacer a los 8 años aproximadamente, ya que son los años en los que transcurre nuestra infancia y en los cuales aprendemos de la vida y a su vez nos divertimos de la misma. Se puede resumir con la frase: Lo que me gusta o no me gusta hacer, lo que quiero o no quiero hacer.



Tambien se dan las llamadas "Contaminaciones", las cuales ocurren cuando se dan influencias, sobre todo negativas, por ejemplo cuando un Yo Adulto se vé envuelto en un medio predominante del Yo Padre, o del Yo Adulto en un medio superior del Yo Niño, o una combinación de los tres, lo cual lleva a un estado confuso, sin toma de decisiones. El Análisis Transaccional es un tema complejo y extenso, y por ende, como no soy conocedor del tema, lo dejo hasta, como breve introducción.

Ahora bien, ¿Cuál es el Estado del Yo más conveniente para actuar? Eso depende de la situación, el momento, el lugar. A mi parecer los tres modelos del Estado del Yo son importantes para nuestro funcionamiento como persona, y a decir verdad es imposible no actuar como Yo Padre, Yo Niño o Yo Adulto. El estado del Yo Adulto es el más indicado, sobre todo para cuestiones laborales, o en la escuela, por citar dos ejemplos. En mi caso, la mayoría de las veces actúo como un auténtico niño (siendo que cronológicamente no lo soy, aunque me gustaría volver a serlo), y eso me ha causado algunos inconvenientes; pero lo disfruto, y me agradan las personas que no se cohiben en manifestarse así, tal vez porque somos compatibles.

Para no quedar como un "plagiario", es necesario anotar las referencias (lo cuál, a causa de mi torpeza, no hice en la reseña anterior) :

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