Nadie es libre. Hasta los pájaros están encadenados al cielo.: The Piper at the Gates of Dawn

1967 fue un gran año para la música rock, tal vez sea el más importante para el género. La música había cambiado y mucho, si tomamos en cuenta la aparición de The Beatles (siempre como referentes, casi de manera obligada), y en tan solo 4 años empezaron a surgir grandes agrupaciones, mismas que crearon grandes discos, siendo 1967 el año cumbre en cuanto creatividad y calidad artística. Algunos grupos se consolidaron y nuevas agrupaciones surgieron, en una época en la cual la psicodelia alcanzaba su máximo esplendor.

Precisamente uno de los grupos que debutaban discográficamente ese año fue Pink Floyd con un disco que se inscribe dentro de la psicodelia, pero no la conocida hasta ese entonces, la cual tenía como máximos representantes a Jefferson Airplane y Greateful Dead, por mencionar solo dos ejemplos. El primer disco del cuarteto británico encabezado por Syd Barrett posee una singularidad que estriba en la imaginación de su líder ya que las letras y la aportación guitarristica de Barrett proporcionan un mundo aparte, como si nos leyeran un cuento de hadas en medio de un gran “viaje”, o ver alguna película de Disney acompañada de un buen “churro”. Y no es que la psicodelia de la costa oeste de EU carezca de imaginación o de dificultad, todo lo contrario, pero letristica y musicalmente es diferente a la psicodelia de los británicos.

Y realmente estamos ante un gran disco, psicodelia en estado puro, locura de un genio quien precisamente acabaría volviendose loco, marcando su debut y despedida con el grupo, con lo cual no tuvimos la oportunidad de saber hasta donde hubieran llegado con Barrett. Pero no podemos desacreditar el apoyo de los tres restantes integrantes, y aunque 8 de las 11 canciones son de Syd, la aportación instrumental de Waters, Wright y Mason es fundamental.

Este album tambien puede ser considerado como pionero del género conocido como "Rock Espacial", o "Space Rock", un género parecido al rock progresivo con pasajes atmosféricos donde guitarra y teclado aunado a letras de ciencia ficción hacen sentir a uno realmente un viaje cósmico; en este sentido "Astronomy Domine" e "Interstellar Overdrive" son claros ejemplos.

La fama de Pink Floyd se empezó a gestar gracias a sus espectaculares puestas en escena y a sus alocadas improvisaciones. De tal modo que, a principios de 1967, alcanzaron el éxito comercial con la publicación de los sencillos "Arnold Layne" y "See Emily Play", dos canciones agradables con letras muy al estilo de Barrett, es decir bizarras. Con la popularidad desprendida de sus dos singles, la banda se metió al estudio de grabación entre los meses de abril y junio para la gestación de una cumbre de la psicodelia (concidentemente grabado casi al mismo tiempo y en el mismo lugar que el Sgt. Peper's; dos de las obras mas influyentes dentro del rock psicodelico, cuya vigencia aún permanece intacta a 40 años de haber salido al mundo).

En cuanto al disco, de principio a fin podemos disfrutar de las canciones y sorprende su diversidad musical y letristica; viajes espaciales, gatos misteriosos, cuentos de la infancia, gnomos, espantapájaros y demás imagineria surrealista de la mente de ese genial compositor, guitarrista y vocalista llamado Syd Barrett. Cabe destacar que todos los cortes son originales y no hay desperdicio en alguno: "Matilda Mother", "Flaming", "Bike", "The Gnome", "Chapter 24", "Scarecrow", la instrumental "Pow R. Toc H.", y la alocada (y de Waters) "Take Up Thy Stethoscope And Walk".

Sin embargo, los mejores momentos del album son, a mi juicio, la extraña "Lucifer Sam" y, sobre todo, las extraordinarias y ya mencionadas "Astronomy Domine" (con esos sonidos espaciales introductorios, tipo NASA, lo cual nos advierte que estamos a punto de realizar un viaje a traves de cósmico mundo pinkfloydiano, lejano al nuestro, por supuesto) y la instrumental "Interstellar Overdrive" pieza clave dentro de la discografia de la banda, al tratarse de una de las primeras composiciones en explorar el sonido que sería base en trabajos posteriores.

"The Piper at the Gates of Dawn" es un disco asombroso, tal vez sea la obra cumbre de la psicodelia (aunque es discutible: Surrealistic Pillow, After Bathing At Baxter's, Electric Music For The Mind & Body, etc.). A su vez sirvió para la consagración de un músico que solamente alcanzó a grabar con el grupo este album (su participación fue escasa, casi nula en la siguiente producción, A Saucerful of Secrets) y aún así demostrar que fué uno de los mejores talentos de su generación, comprobandose despues con la publicación de dos discos solistas.

Desgraciadamente el primer lider de Pink Floyd no volvería de sus viajes mentales-interestelares, gracias a las grandes cantidades de LSD que ingería, siendo sustiuido poco despues por un viejo conocido: David Gilmour. En cuanto al grupo, el liderato recayó en el bajista Roger Waters, iniciándose con ello una nueva etapa, diferente pero no menos creativa. Sin duda uno de los mejores discos debut de todos los tiempos.