Nadie es libre. Hasta los pájaros están encadenados al cielo.: Led Zeppelin I

Uno de los mejores discos debut de la historia, realizado por una de las mas grandes agrupaciones de la historia del rock. El cuarteto británico demostró desde el principio el gran potencial que sería marca de la casa, siendo uno de los grupos pioneros de llamado Heavy Metal (aunque sería mejor decir Rock pesado).

Y es que en 1969 pocas agrupaciones habían tocado tan pesado, pocas veces se había escuchado un sonido tan fuerte como en este disco, que sin duda habría de ser la semilla para el nacimiento de un nuevo género, de nuevos sonidos. Salvo algunos grupos como Jimi Hendrix Experience, Jeff Beck Group, o algunas canciones como You Really Got Me, Born to be Wild o Helter Skelter, la música en general había sonado más calmada (no por ello menos buena).

Desde la primera escucha nos damos cuenta de lo novedoso, la poderosa batería de John Bonham, el preciso bajo (en menor medida los teclados) de John Paul Jones, la magistral guitarra de Jimmy Page y la asombrosa e inigualable voz de Robert Plant, elementos que se fusionaron para crear una atmósfera única, mística; y es que el grupo logró plasmar de gran manera ese sonido característico, inmediatamente reconocible, mismo que sería imitado posteriormente por diversos grupos de rock pesado.

A pesar de contar con solo 9 temas la calidad musical sorprende por lo variada, no solo adentrándose en un mismo género, o siguiendo la misma fórmula, pues si bien se recuerda como un disco que cimentó las bases del rock duro, a lo largo del mismo podemos escuchar blues, hard-rock, folk, aires pop, célticos-hindúes, los cuales seguirían estando presentes en producciones posteriores.

Me sería muy difícil escoger el mejor tema del disco, hay algunos que se han convertido en verdaderos clásicos; de los 3 covers el que más me gusta es Babe I’m Gonna Leave You, canción original de Anne Bredon, un tema acústico que en momentos se vuelve desgarrador debido a la incorporación de la batería, la guitarra eléctrica y sobre todo a la voz de Plant. You Shook Me y I Can’t Quit You Baby también son buenas versiones (sobre todo la primera) de dos blueses de Willie Dixon, temas que reflejan la influencia bluesera, casi religiosa, dentro de los miembros del grupo.

Pero lo mejor del disco son las canciones originales, empezando con el excelente rock-pop Good Times Bad Times; las infravaloradas (aunque jamás malas, todo lo contrario) Your Time Is Gonna Come –gran aportación en los teclados de John Paul Jones- y Black Mountain Side –instrumental a cargo de Page-; la final y extensa How Many More Times, cuya parte intermedia es memorable; la frenética e intensa Communication Breakdown (tal vez mi canción favorita del álbum), misma que en sus 2 minutos y medio quedan plasmados la energía y pesadez del grupo; y la impresionante Dazed and Confused, quizá la mejor y mas recordada canción de este opus homónimo, hipnotizando desde el primer instante con ese bajo, al que se le suman la guitarra y batería, por no hablar del arco de violín en la parte intermedia, (al igual que en How Many More Times) que Page usó como un excelente recurso durante la grabación, y que en concierto se extendía hasta los 20 minutos.

Extraordinarios solos de guitarra, riffs memorables, vocalizaciones innovadoras y una sección rítmica poderosísima, así se puede definir a este disco, conocido comúnmente como Led Zeppelin I, grabado en octubre de 1968, en apenas 36 horas aproximadamente y aparecido el 12 de enero de 1969. El éxito fue inmediato, sobre todo gracias a sus actuaciones en directo y a pesar de algunas críticas, como por ejemplo de la revista Rolling Stone, el disco vendió muy bien y sobre todo no pasó inadvertido ya que influyó en la escena musical de su tiempo, considerado hoy en día como el disco fundacional de un nuevo género. Y eso que el Zeppelin de plomo apenas estaba despegando, volaría aún más alto, hasta alcanzar la inmortalidad.