Les escribe un ex-estudiante universitario perteneciente a una familia que no se inscribe dentro de las tradicionales coatepecanas (aquellas que están siempre en los mejores eventos), carente de riquezas, ingenio, oportunidades. Y para variar -como ustedes podrán imaginarlo -inconforme sin razón, malhablado y fachoso.
Pues bien. La lluvia me ha puesto de mal humor (no crean que siempre soy así, ¿eehhh?), por tal motivo me he permitido unos cuantos minutos para escribir algo que ustedes no leerán, y si de casualidad o por accidente lo hicieran, les valdría…un bledo (por no escribir algún improperio).
Seguramente alguno de ustedes me ha visto en su campo de trabajo, es decir, el Ayuntamiento (Palacio Municipal), pero obviamente no soy parte de su excelente equipo de trabajo, aunque les mandé mi solicitud de empleo en mas de una ocasión para integrarme a sus distinguidas y nobles filas; me dijeron que me llamarían (como a cientos, supongo) pero nunca lo hicieron, lo más seguro es que mi documentación se les extravió, aunque no se preocupen, no eran papeles del otro mundo, solo lo súper-básico
Palacio Municipal de Coatepec, Ver.
Estoy a punto de terminar mi servicio social en el otrora desordenado, sucio, maltratado, en fin, en el “desastroso” archivo municipal que actualmente está a cargo de una persona tan distinguida como lo es el ciudadano #@$%&/, (perdón por no poner el título de “Lic.”, aunque el muy “pillo” siempre lo hace, pero es que no se ha titulado, pero estoy casi seguro que algún día lo hará, con lo trabajador que es), mismo que ha “dirigido” la recuperación del archivo a límites insospechados. Y escribo “dirigido” porque él, como todo un líder, se limita a dar instrucciones y a decir uno que otro comentario seudo chistoso, todo esto con la intención de hacernos la tarea menos pesada y crear un ambiente de compañerismo (gracias, no te hubieras molestado #@$%&/, con que nos hubieras ayudado en las labores que tu mismo nos imponías hubiera bastado).
En pocas palabras, el archivo mágico no podía estar en mejores manos, aunque nosotros (los del servicio) ya nos vamos, que lástima -y más para el encargado-, pero ¡ánimo! ya encontrarás una solución para seguir de “güevon”, ¡ay perdón!, quise decir, desidioso.
Pero el archivo es lo de menos (ojo, no quiero decir que no sea importante), lo de más (urgencia) es la escasa oportunidad de inmiscuirse en el ámbito laboral, y más tratándose de alguien -cómo yo- que estudió humanidades, en específico Historia. ¿Historia para qué? ¿La historia de qué? Sí, ya sé que lo humanístico en éste país está devaluado y no le damos sus justo valor a disciplinas como la Historia o la Filosofía, en comparación a las Ciencias del ámbito Técnico.
El futuro –según- son las disciplinas que se enfocan en el aspecto científico, tratadas desde un punto de vista de mercado, aquellas que aseguren un progreso tecnológico. OK, lo acepto. ¿Y el progreso social? ¿Y la conciencia colectiva? ¿Quien nos proporcionará las herramientas para una formación humana en el sentido de formarnos conciencia social? Si no amamos la cultura, la sabiduría, el arte, la educación, la ética, etc.… entonces qué ¿La ambición por el poder? ¿Los bienes materiales?
Ni modo. Me equivoqué de carrera, pero trataré de buscar una solución. Por lo mientras, haré lo que muchos colegas (estudiantes o ex) han hecho: emigrar. Dejaré el aroma de café por un rato para encontrar y sentir otros aires. Desde hace tiempo he querido dejar “el nido”, buscar nuevas experiencias, conocer lugares, gente, costumbres diferentes.
Algo me dice que ustedes no me van a extrañar y es cierto, ¿a quien le importa?, ni que fuera el primero o el último en hacerlo. Pero eso sí, yo siempre voy a querer a mi pueblo mágico, tal como un perro quiere a su hueso, válgame la comparación.
Espero que pronto se pongan a trabajar en serio (al menos los del palacio municipal, algunos descaradamente se pasean, al menos disimulen, ah que muchachos éstos), para generar empleos; pero por favor ya rompan esa costumbre arraigada que no sé de dónde proviene, que meten a sus parientes y conocidos a laborar y en los mejores puestos, aunque ni siquiera sepan de que se trate el asunto; o esa necedad de emplear a varios en un trabajo que requiere de pocas manos, solo porque estén bonitas o se vean nice -sin ofender Departamentos de Turismo y Cultura-. Por el bien del Pueblo Mágico en su Conjunto y no en beneficencia de unos cuantos, los mismos de siempre, Coatepec debe latir con fuerza (uy!, ese slogan donde lo he escuchado).
Sin más argumento por el momento, y no es porque me falten las palabras, se despide su inseguro servidor, el mismo que siempre se anda quejando de todo y no actúa, que reniega de cualquier cosa (buena o mala), que también es flojo, torpe, pobre, feo, barbaján, inculto, y demás palabras afines y que pronto volará en busca de su destino, o sea yo:
Magm.
Posdata 1: Miembros activos del poder, procuren no sustraer más dinero de la cuenta, ya que todavía hay muchas obras que faltan por realizar. Recuerden que Coatepec no solo es el centro, o no solamente abarca las calles de sus colonias. No sean abusivos.
Posdata 2: Perdón por las faltas gramaticales y pobreza de lenguaje. Prometo mejorar en las siguientes misivas que les escriba ¿Quéeee? ¿Habrá máaass?
Posdata 3: No soy “emo”, sólo que hoy amanecí pesimista, decepcionado. Mañana estaré mejor.
Ahora si, ya me voy.
Ciao.
Magm.
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