martes, 30 de septiembre de 2008

Resident Evil 4: ¡Qué Juego más chingón!


No soy un gran fanático de los videojuegos, aunque reconozco que a veces me la paso jugando casi todo el día, pero comparado con otras personas me considero normal, además no conozco mucho de juegos, solo he jugado unos cuantos sin convertirme en un gran experto. Recuerdo cuando empecé con el Winning Eleven, fue el primero con el que pasé jugando más de dos horas, con el que inició un pequeño romance con el Play Station.

Pues bien, al aburrirme el de soccer probé con otros que ni me acuerdo, hasta que llegó a mis manos uno que traía en la portada a un pistolero amenazado por varios zombies. Lo probé y no me gustó. Creo que se debió a que me mataron rápidamente ya que no tenía gran habilidad para manejar el arma, y porque me pareció confuso. No pasó mucho tiempo en que probara otra vez, deseando revancha (y porque estaba aburrido, creo eran vacaciones) para ésta vez dejarme un gran sabor de boca -y porque de repente, no sé cómo, me percaté que no era tan malo disparando y exterminando zombies, además que resultaba divertido-. El nombre del juego: Resident Evil 4.

Con ese juego pasé ratos memorables, y creo es el único con el que he dejado de comer, dormir, bañarme, hacer la tarea y demás obligaciones. Realmente me estaba convirtiendo en un zombie del Resident Evil 4. Todo era perfecto, muy divertido, solo a excepción de algo, y muy importante: No tenía, ni tengo, Memory Card. Demonios, era desesperante cuando tenía que ir a otro lado o cualquier otro motivo de causa ultra-mayor y dejar el juego, aplastarle el botón de apagar; tenía que empezar desde el inicio. Tampoco podía terminarlo de una sola sentada, es una misión casi imposible -para mí-, lo intenté pero duré solo 12 horas...


Así me la llevé un ratote. De repente dejé de jugarlo, siempre con la espina clavada por nunca terminarlo. Cuando pensaba que ya mero lo conseguía, pues nel, resultaba que había más escenarios; tampoco quise buscar en internet información al respecto, quería que fuese sorpresa.

Probé con otros juegos que no fueran de tantos escenarios, logrando cautivarme el de Dragon Ball (sí, soy simplón, y qué pedo). Hasta que apareció un personaje comiquísimo para entrar al quite y hacerme el paro: el chiquillo Tony con su memoria mágica, la cuál emplearíamos para el del mentado Dragon Ball. Fue un éxito total. No se me había ocurrido emplearla con el Resident, pero alguien me lo sugirió, en un momento no tan esperado, puesto que tenía tiempo que no lo jugaba y había perdido práctica. Bastaron unos cuantos minutos de prueba para que la magia volviera y la cacería de zombies regresara, ésta vez para terminarla sin contemplaciones.

Cinco sesiones diarias de unas cuatro horas cada una fue el tiempo requerido para completar la hazaña. Sí, yo lo veo como una hazaña. No fue una tarea para nada sencilla, a veces me desesperaba y enojaba. Me "mataron" en infinidad de veces, muchas de ellas de manera absurda lo que me provocaba rabia. "Y ora tú que tienes" me preguntaban quienes me veían furioso o desesperado. Tenía que terminarlo hoy, me lo propuse (de hecho siempre fue un propósito desde hace como 2 años). Al final el saldo fue positivo, pero no tan bueno como pensé, puesto que la efectividad fue de un 71 o 72 por ciento. Tal vez necesite jugarlo otra vez para quedar a gusto.

Y por eso lo escribo, para tener un registro virtual de cuando me la pasaba jugando sin importarme casi nada, y enojándome cuando me interrumpían. Porque por fin terminé (Con una pequeña ayuda de mis amigos, claro) el Resident Evil 4 hace unos cuantos minutos, y aunque es un juego y me sirve para nada en la vida, estoy muy satisfecho y contento de haber desperdiciado varias horas tratando de pasarlo. Mención aparte merecen quienes fueron testigos del momento y se emocionaban al igual que yo.


Me sorprendió la manera en que concluyó, ni me lo imaginaba. Cuando pensaba que casi lo acababa resultaba que todavía faltaba muchísimo y ésta vez que creí que aún tenía otra misión resultó que el final había llegado; fue una sensación extraña. Por cierto, todavía me quedan otras misiones que cumplir porque, afortunadamente, se desbloquearon otros capítulos. Al parecer todavía me quedan muchos zombies más que eliminar. Me emociona la idea.

"Time you enjoy wasting was not wasted"
Hoy me terminé el Resident Evil 4 y se siente bien chingón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

haaaaaa pero como te tardaste, como un año para que te acabaras el juego. Saludos a la mimosa.